03 febrero 2010

Viaje a Sierra Nevada


Invierno de mil novecien..., Sierra Nevada, casa rural, todo nevado, frío, limpio, blanco, aire húmedo, hiriente, calmado... Habíamos planeado un fin de semana todos juntos en plan despedida de año...

Éramos 9 personas, 3 parejas, Claudio y otro amigo, Sami, y yo. A Claudio lo conocía de cuando yo estudiaba en la facultad, era un hombre muy atractivo, aunque no se porque nunca le paraba una chica mas de 9 meses, creo que es demasiado… inocente? confiado?... no se… lo que si se es que siempre me había atraído, pero nunca llegamos a nada, creo que nos gustaba jugar a eso, era como un pulso, a ver quien aguantaba más… Y después de tres años de acabar la facultad y perder contactos, por un casual… Verónica dijo de organizar un encuentro para navidades entra parejas y amigos; y como andaba baja de ánimos por mi ruptura con Juan, me convenció para ir… Total, seria un fin de semana, así dejarían de darme la lata con que intentará salir y conocer gente...


Así que llegados del viaje, fuimos a soltar el equipaje. Todos helados empezamos a repartir, en la parte de arriba de la casa había 3 habitaciones, con sus baños correspondientes, en la parte de abajo, había un gran salón, una habitación con baño y una gran cocina, pues las parejas tomaron la parte de arriba y la habitación que quedaba al final del salón era la única que quedaba y quedábamos tres persona. Claudio y Sami, muy correctos, dijeron que se quedarían en los dos sofás del salón y que yo me quedará con la habitación. Así que eso se hizo, deshicimos el equipaje y nos pusimos a cenar todos. Risas, charlas, miradas, que dicho sea de paso, Claudio tiene unos ojos verdes... que hechizan; y con el vino pues terminamos todos diciendo tonterías y recordando chorradas de nuestras torpezas juveniles... Pues nada que poco a poco, la noche fue cayendo, las parejitas se fueron calentando y se fueron yendo a sus respectivos niditos... Total que los tres frente a la chimenea en la alfombra jugando a las cartas… miradas que se escapan, que si me rozas, que si te rozo... así hasta que parece ser que Sami pensó que sobraba, cogió el abrigo y salió a dar una vuelta, pero al hacer eso, la magia del momento se rompió, y al menos yo me sentí algo incomoda. Creo que Claudio se dio cuenta de eso e intento relajar la situación. Así que recogimos los vasos y él acerco uno de los sofás a la chimenea, entramos a la habitación para coger unas mantas. Yo me senté en la cama, el se vino hacia mí, alargo su brazo hacia detrás de donde yo estaba, mirándome fijamente, se acercaba tanto a mis labios que creía saborear los suyos... sus ojos me penetraban… Pero lo que quería era la almohada (o más bien ver mi reacción...?),en fin que yo no tendría la reacción que el esperaba cuando cogió la almohada, me beso al borde de mis labios, me dijo buenas noches y cerro la puerta dejándome allí.
Y aun habiéndose ido, aun sentía su mirada, su olor, su calor... no quería ni pensar en… si es que siempre le ha gustado jugar a esto conmigo… lo que ocurre es que ya no éramos tan “niños”… así comencé a desnudarme, entre al baño y me asee, suelo dormir en ropa interior, aunque llevaba pijama por si tenia que compartir habitación, pero como la cama era para mi sola..., pues me acosté, arropada por un gran edredón blanco muy suave y acolchado, y unas almohadas de plumas. Aun estando tan cómoda, no había forma de quitarme su mirada de mi pensamiento, en sus ojos había tantos deseos como en los míos, pero no sabia porque ni reacciono él ni reaccione yo. Bueno yo si lo sabia, no creo estar preparada para otro batacazo… Mentira! Si estaba deseando el me… creo que mejor será olvidar estas tonterías ya son años...
Pero solo sabia dar vueltas al asunto, no podía creer que había desperdiciado esa oportunidad de sentirlo en mi piel... así que decidí levantarme e ir al baño y refrescarme un poco… pero antes de volver a acostarme fui a beber y ver si Sami había llegado, ya que estaba nevando, era una buena excusa para no pensar en Claudio. Así que me puse una camisa y salí sigilosamente de la habitación para no despertar... a los que dormían, suponiendo k durmieran.
Para ir a la cocina debía cruzar el salón, Sami estaba envuelto en una manta agazapado al sofá... pero al pasar por el lado de la chimenea vi a Claudio sentado en ropa interior, con los brazos sobre sus piernas y sus manos en la cabeza, mirando hacia el suelo... Las brasas chispeaban revoltosas, parecían luchar entre ellas por iluminarle, una penumbra tan sutil que arañaba la intimidad, lo miraba mientras sentía que mi cuerpo reaccionaba, como mis ojos lo devoraban, como de mi pecho brotaba calor, como palpitaban mis senos, como mis pezones querían saber de él...
Noto mi presencia al otro lado del sofá, me miro como con una especie de reproche, en sus ojos se veía el fuego de su interior, sabíamos que esa situación no podríamos evitarla mas... sabíamos que en ese instante mandarían nuestros cuerpos. Se levanto del sofá, dejando caer la manta que le cubría parte de sus piernas, me acaricio la cara y su mano se dirigió despacio hacia mi boca y acariciándome los labios. Yo los abrí y el introdujo su pulgar para que lo lamiera y así sentir su calor y temple...

En ese momento, me tenia a su antojo, pero no se me acerco más, sino que se dio la vuelta y se aparto, en mi cuerpo broto junto con la lujuria una frialdad que me hervía la sangre, pero el comenzó a andar y se adentro en la habitación, mientras yo quede allí, en una incertidumbre a la que mi cuerpo no atendía… Yo intentaba no mirar su espalda, sus glúteos tan marcados, tan perfectos... quería negarme yo misma lo que estaba deseando… pero mi cuerpo era mi dueño…

Sin pensar en una razón k me convenciera de no ir, fui tras el, al cerrar la puerta, el se abalanzo sobre mi con violencia, frenesí, como instintivo sobre su presa... estaba desnudo, muy excitado… Yo aun de espaldas a el, no me dejo girarme, subió mis brazos juntando mis muñecas, sujetándolas con una mano, con la otra me bajo la ropa interior, cayendo a mis tobillos y deshaciéndome de ella, sus dedos recorriéndome el sexo haciendo brotar mi humedad que era patente desde un principio, mis pezones contra la puerta pidiendo su boca , sus manos, repletos de deseos, eufóricos... mi sexo queriendo más y más, su sexo entre mis glúteos,… me tenia fuera de mi, éramos presa de un deseo contenido, dejamos actuar al instinto, sin nada que perder… solo satisfacernos y gozar… Estábamos desquiciados en una lucha de cuerpos sudados por el deseo...

Notaba su sexo cada vez mas henchido entre mis nalgas mientras su boca me lamía el cuello y bajaba poco a poco por mi columna. Estábamos fuera de nosotros mismos, mi cuerpo estaba a rebosar de pasión y deseo, tanto como el de el. Me tomo de la cintura para inclinar mi cuerpo hacia delante y yo me abrí mas de piernas mientras notaba su glande hinchado y húmedo abrir mis nalgas e introducirse lentamente… mientras yo gemía y lo llamaba pidiéndole mas… y mas… mi flujo que salía a borbotones… me soltó las muñecas mientras me penetraba para bombearme mejor… yo con mis manos libres las dirigí a recoger mi flujo y masturbarme mientras el me penetraba una y otra vez… desbocados gemíamos y sudamos, mmmm… hasta que el se corrió y cayo desplomado… pero yo aun no había acabado… así que me gire, lo empuje hacia la cama, cayendo en ella aun extenuado… yo subí a la cama de rodillas, el entre mis piernas dejándose hacer… Yo mirando su sexo, excitada, húmeda y hambrienta… le mire a los ojos, que me devoraban y penetraban. Ufff lo desaba cada vez mas… estaba sobrexcitada… mi vientre convulsionaba instintivamente y mi baje hasta su pelvis para rozarlo con mi clítoris y presionarlo en un vaivén cada vez mas frenético, hasta correrme sobre su sexo k ya había reaccionado de nuevo, entre orgasmos baje hasta que pude olfatear su miembro erecto, acariciándolo con mi cara… llevando mi boca a su glande y masturbándole con las manos, haciendo cada vez mas prominente sus venas, comencé a lamer su prepucio, moviéndolo con la lengua. Le oía gemir y pedir que siguiera mas y mas… y yo mas me excitaba al oírle, y comencé a introducir su glande entre mis labios succionándolo despacio con premeditación para que me pidiera mas, quería que suplicara, deseaba lo hiciera… el se curvaba cada vez con mas desesperación, llamándome y suplicando, y yo cada vez la introducía mas, en un acto de vaivén que hacia que su sangre se agolpara hasta extremos y las succiones cada vez mas largas y profundas le hacían encorvar su espalda hasta el limite, tomando mi cabeza y presionando para que entrara totalmente su pene en mi boca…

En ese momento entro Sami, lo mire pero no me importo lo mas mínimo estuviera allí, hice el amago de levantarme de entre las piernas de Claudio, pero el seguía con sus manos en mi cabeza indicándome que acabara, luego Claudio miro a Sami asintiendo con la mirada, con la respiración alocada y su cintura curvada entre gemidos al yo proseguir con lo que estaba haciendo… Sami entro hasta los pies de la cama y se deshizo del jersey que llevaba y los boxers, dejándome ver su sexo erecto mientras nos miraba y comenzó a masturbarse… yo lo miraba a la vez que succionaba a Claudio y cada vez más excitada , succionaba mas profundamente desde la garganta, hasta que en un orgasmo rotundo se corrió llenándome entera de su semen el cual corrió por la comisura de mi boca y caía despacio camino a mi torso. Las manos me untaron los pexos de el, me gire hacia Sami y me lleve los dedos impregnados a mi boca chapándolos para que viera lo k me gustaba… En tanto mi otra mano bajaba a mi pelvis, el me miraba y se masturbaba para mi.

Cuando su miembro estaba totalmente álgido me tumbe al lado de Claudio y doble las piernas, abriéndolas he invitando a Sami… Claudio mamando de uno de mis pechos, mientras yo mas me excitaba y orgasmaba entre gemidos… Entonces Sami se acerco a mi vulva abriéndola con los dedos, introduciendo su lengua en mi vagina y moviendo sus dedos en mi clítoris dilatado mientras yo chillaba de placer y creía morir de gusto cuando Sami se incorporo y… Dios!!! Metió todo su miembro en mi interior de una vez, yo creí romperme.. notaba su pene tan duro dentro de mí y mi flujo derramarse entre unos orgasmos simultáneos y convulsivos… Claudio me besaba y acariciaba mi vientre, penetraba mi ombligo con su lengua fue una implosión cuando un orgasmo tremendo hizo que me corriera a la misma vez que Sami… caí extenuada entre ellos y sus caricias… recuperando el aliento… y la cordura…

 Mar Sánchez©

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